miércoles, 25 de enero de 2012

Implicaciones locales regionales y globales en la naturaleza

Las últimas dos décadas han sido un periodo de turbulencias y complejidades en el ambiente económico, político, social, tecnológico y cultural, dando origen a cambios transformacionales a niveles de escala local, nacional, regional y global. Las transformaciones económicas locales y regionales, por ejemplo, están involucradas con las transformaciones en la misma estructura económica local y regional, en los cambios de las políticas económicas nacionales y los procesos de globalización económica. Este proceso de globalización denominado por Held (2000) como el “período contemporáneo” también produce profundos cambios económicos, políticos y sociales con implicaciones directas en las interconexiones nacionales, regionales y globales mediante una nueva configuración del Estado-nación. Estado-nación y Estado son términos diferentes.
Los vínculos que explican las diferentes relaciones económicas, sociales, políticas, etc., existentes entre las localidades, regiones, países y globalidad se han analizado desde dos enfoques teóricos, el dependencista y el desarrollista. La arquitectura de la economía global se fundamenta en una red interactiva que forma un sistema de varios niveles interrelacionados para dar respuesta a los crecientes imperativos de una economía más globalizada requieren del desarrollo de potencialidades locales y regionales y de sistemas de cooperación en las localizaciones intra-regionales.
La globalización económica que impone áreas de integración regional e instituciones supranacionales tiene un impacto evidente en la formación de nuevas naciones y en las funciones del Estado a partir del avance de los procesos de descolonización y separación, de una evidente erosión de los sistemas de seguridad nacionales que inciden en sentimientos de identidad nacional, regional o local. Por otro lado, aparentemente desde la dimensión ideológica, la integración económica es una tendencia contraria a los procesos de globalización e interdependencia, los cuales son usados para reinterpretar y debilitar los principios de autodeterminación y soberanía política de los pueblos, mientras que en el otro extremo se enfatiza una propuesta al ultra regionalismo.
Todavía está por verse si se cumplen las predicciones de Eliot acerca de que la humanidad tendría un renacimiento en sus culturas locales y regionales bajo el fuerte influjo de la globalización en un diálogo transcultural y sus efectos en las identidades culturales nacionales. Estas identidades siempre encuentran los vehículos de expresión en las diferentes unidades espaciales territoriales en unidades locales, regionales, nacionales e internacionales. La fragmentación de las identidades culturales, étnicas, religiosas, políticas, etc., provoca profundos conflictos entre las sociedades con fuertes impactos en su desarrollo.
Los procesos locales y regionales del desarrollo requieren de una transformación sustancial de las relaciones negociadas entre los agentes económicos y los actores políticos.
Las redes globales de producción, distribución, consumo y comunicación de las estructuras económicas y sociales tienen una tendencia dualizadora que por un lado reconfigura el espacio transnacional y por otro reconstruye regionalismos hacia el interior del cuestionado estado nacional. Sin embargo, es en los niveles locales, nacionales y regionales donde se gestiona la dinámica de la desregulación transnacional de los mercados, por lo que se puede considerar que el capitalismo como sistema se impulsa a escala nacional.

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