Entendemos por contaminación industrial a la emisión de sustancias nocivas, tóxicas o peligrosas, directa o indirectamente de las instalaciones o procesos industriales al medio natural. Estas emisiones pueden ser:
• Emisiones a la atmósfera
• Vertidos a las redes públicas de saneamiento
• Vertidos directos al suelo o a cauces de aguas superficiales
• Almacenamientos o disposición de residuos industriales
• Ruidos en el entorno
En estas emisiones quedan incluidas las que se derivan de los productos o subproductos que las industrias ponen en el mercado. Por ejemplo, la contaminación de dioxinas que pueden producir la combustión de productos de PVC en vertederos y por incineración, o la destrucción de la capa de ozono estratosférico por gases clorofluorcarbonados (familia CFC). En estos casos, la mejor política preventiva es la prohibición pura y simple de la utilización del compuesto dañino, como ha sido el caso de los CFC en el Protocolo de Montreal y el Acuerdo de Londres.
Por la preocupación de los países industrializados en el daño ambiental que es provocado por contaminación gradual, de contaminantes se empieza a manifestar recientamente. En la década de los 70 se aplica el concepto de gestión ambiental.
La evoución de los enfoques ambientales ha ido desde la aplicación métodos y control de mitigación, las estrategias preventidas, las autoridades ambientales, hasta la aplicación de la filosofia del desarrollo sostenible.
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